Un final feliz...

La guerra cada vez está más cerca, los niños cada vez son más violentos y buscan comprar juguetes que den miedo, que parezcan objetos reales y que imiten funciones reales.

Las armas cada vez se hacen más poderosas y más letales. Ya no hace falta veneno para que la gente sea peor cada día, ya no hacen falta palabras ofensivas para atacar al enemigo, puesto que ya tenemos mayor facilidad para obtener un arma mortal.

La guerra está cerca y con ella el final de un periodo de tiempo que busca que el presente quede en el olvido y que sea recordado como el peor de todos los tiempos.

¿Cuántos queremos tener un final terrible? ¿Cuántos nos preocupamos por los demás? ¿Cuántos buscamos mejorar? La respuesta a estas preguntas es simple y se describe en una sola palabra, NADIE.

La mejor pregunta que podemos hacernos para reflexionar acerca de quiénes somos es:

 ¿Prefieres ver a alguien antes que a ti? Y la respuesta no tenemos que pensarla mucho pues es fácil de decir y no quita mucho tiempo. Tristemente la respuesta es infinitamente pequeña pero significa mucho. SÍ.

Gracias a la ciencia vivimos en un mundo peligroso, gracias a lo moderno vivimos en un mundo de vicios, aquí estoy yo… prefiriendo escribir en computadora antes que en papel, pero en realidad es tardado y no alcanzaría la tinta para tanto. Creo que todos pensamos así en estos días.

Vivimos en un lugar lleno de basura y de porquería, pero nos gusta estar así, sino ya hubiéramos hecho algo al respecto y no me excluyo porque de cierta manera tampoco soy del todo limpia con el medio ambiente. Pero por qué no tratar de hacerlo en una medida moderada. Y sonaré un poco dura al decir esto pero yo no me quiero morir cuando la gente que sufre inundaciones o problemas parecidos, porque gracias a todo lo que hacemos buscamos esos problemas. Si fuéramos más cuidadosos las cosas podrían ir mejor.

No nos interesa ni un poquito todo esto, buscamos las cosas fáciles y que no necesiten mucho tiempo, pero pensemos acerca de lo que queremos vivir después (sin pensar en el fin del mundo), creyendo que el futuro está cerca y que la vida cada día será más fácil por el uso de la tecnología y el desarrollo de “necesidades” como el auto, la comida, el agua, la electricidad, etc.

Pensemos que no vamos a sufrir y que todo será hermoso para nosotros, es el sueño que nunca llegará.