11 de octubre de 2012

Como un ave en el espacio...



Como un buen piloto aviador, querer volar tan alto para alcanzar las nubes, buscando sueños que están por encima del cielo tratando de ser encontrados.

Como un ave querer ser, para viajar con tus propias alas en busca de esas ilusiones que soñamos todos los días.

Como los colibríes, buscando la felicidad y la dulzura de todas las cosas maravillosas que vemos en el camino.

Como las mariposas, para viajar de un lugar a otro tratando de sobrevivir a las barreras que les pone el destino.

Cuando por fin llega el día de volar de repente nos da miedo, nos da tanta emoción pensar que estaremos tan cerca, viendo todo lo que imaginamos enorme a una escala tan pequeña que no es posible distinguir lo que dejamos en el suelo.

Las nubes brillan con los rayos del sol, dibujando lo primero que se nos venga a la mente, trazando formas y reflejando el sueño perfecto.

Cuando sientas esas mariposas en el estómago sonríe y piensa que todo lo que deseabas lo tienes en tus manos. Piensa que estás muy cerca de conocer lo que siempre deseaste y de volar en las nubes. Siente lo que sentiste cuando esa persona tan especial te hizo sentir en las nubes o por qué no imagina que puedes bajarle un pedazo de cielo.
Así de enorme es el cielo, imagina todo lo que sentías antes de viajar en el. Todo lo que deseabas ver desde las alturas. Así son los sueños.
Cuando las nubes sean grises con un buen soplido puedes volverse blancas, solo es cuestión de querer hacerlo.
El miedo en realidad es una barrera que te impide encontrar tus sueños, pero puedo decirte a ti que

 LOS SUEÑOS YA ESTÁN CONTIGO HACIÉNDOSE REALIDAD.

No hay comentarios:

Publicar un comentario